jueves, 9 de enero de 2014

Agustin Barrios Mangorè

Para muchos sociólogos, el arte tiene el deber social de captar y dar salida a las tensiones y angustias de una colectividad a través de los mitos y de los símbolos. El artista que no albergue en el fondo de su corazón los sentimientos de su época no puede, en rigor, ser considerado como tal. El artista es siempre un intérprete, un mediador de estas pulsaciones colectivas, un creador de las formas simbólicas (llámense música, pintura o escultura, por ejemplo) que se condensan y vibran en el corazón de la realidad. El arte es la realidad misma y el artista contribuye al enriquecimiento y densificación de la cultura.

Mangoré supo imantar las cuerdas de acero de su guitarra para identificar con su obra el destino de su pueblo. Agustín Barrios fue ese artista en su máxima expresión: un hechicero de la guitarra, un profeta, un precursor, cuyo arte brotó y cautivó innumerables guitarristas produciendo sucesores dignos de su herencia singular y de su inspiración.

La trayectoria de Agustín Barrios siguió un rumbo que llevó al mundo la imagen del Paraguay. Era todo un personaje, pero al margen de sus extravagancias personales y de la curiosidad de que tocara la guitarra con cuerdas de metal, es considerado como el mejor compositor de la primera mitad del siglo XX. Musicalmente era un gran improvisador y un gran virtuoso que combinaba con deliciosa creatividad la finura de las composiciones barrocas, románticas y clásicas con la música popular paraguaya y latinoamericana. Según varias historias se dice que muchas piezas las improvisaba de manera espontánea, a veces en pleno concierto. Compuso más de 300 obras para guitarra; lamentablemente muchos de los manuscritos se han perdido. En su música podemos apreciar una gran creatividad e inspiración combinada con un gran conocimiento técnico de la capacidad armónica de la guitarra. Gran parte de su música se caracteriza por ser de carácter folclórico, imitativo y religioso. Compuso preludios, estudios, valses, mazurcas, tarantelas, romanzas, etc. y muchas piezas onomatopéyicas. Barrios también interpretaba gran cantidad de música popular, y muchas de sus composiciones se basan en cantos y danzas de toda América Latina como: la cueca, el choro, la milonga, el pericón, tangos, zambas y zapateados.

Entre sus obras más importantes en orden cronológico encontramos: Souvenir d"un Revé (Un Sueño en la Floresta) (1918), Romanza en imitación al violonchelo (Pagina d"Album) (1919), Mazurca Apassionata (1919), La Catedral (1921), Preludio en Sol (1921), Valses Op. 8 (1923), Danza Paraguaya (1924), Choro de Saudade (1929), Julia Florida (1938), Una Limosna por Amor a Dios (1944).

Para Cayo Sila Godoy1 (1919- ), Barrios no fue solamente un afortunado intérprete de la música clásica. La parte más importante de su personalidad de artista radica en el hecho de que supo sentir y expresar la peculiaridad íntima de la música americana sin recurrir a fáciles recursos de efectos o de postura. Augusto Roa Bastos, de la revista Exégesis de Paraguay, recuerda en su artículo Agustín Barrios, el Precursor, las palabras escritas por Cayo Silva Godoy:

Monografias.com1 En el rescate de la obra de Mangoré, el maestro Cayo Sila Godoy fue pionero incansable, a la vez que reivindicador de su memoria.

En su instrumento resonaba ciertamente la expresión de lo que la guitarra trae vivo desde su remoto origen por el cauce más nuevo de la sangre española. Era pasmosa su facilidad de captación folclórica. Barrios nunca quiso ni pudo disimular la nostalgia que en sus andanzas sentía por su tierra. Y esta nostalgia fue quizás una de las más dolorosas compañías de su vida.2

Además de Paraguay, Barrios vivió en Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Costa Rica, y El Salvador. Dio continuamente conciertos en Chile, México, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Cuba, Haití, República Dominicana y Trinidad, desde

1906 hasta su muerte. Entre los años 1934-1936 viajó a Europa, tocando en Bélgica, Alemania, España e Inglaterra. En 1932 estando en Venezuela, un amigo le escribe el nombre al revés: Nitsuga; Barrios le gusta la idea y lo combina con Mangoré. Empezó entonces a llamarse "Nitsuga Mangoré", el Paginini de la guitarra de las selvas del Paraguay. Nitsuga (Agustín escrito al revés) y Mangoré por un legendario jefe Guaraní que peleó ante la conquista española.


Descargar partituras


Antonio Lauro


Compositor y uno de los más importantes ejecutantes de la guitarra en Venezuela. Fundó y dirigió conjuntos corales en diversos institutos de educación media tales como el liceo Fermín Toro, el liceo Luis Razetti y la Escuela Normal Gran Colombia. Su progenitor, Antonio Lauro Ventura, era un barbero y músico, nacido en Pizzo Calabri, Italia. Su madre, Armida Cutroneo, nacida en Marate un pueblo al sur de Italia, fue la inspiración para la pieza musical que lleva ese nombre: Armida. Los estudios musicales los realizó en Caracas en la Academia de Música y Declamación, donde fue discípulo de Vicente Emilio Sojo, Juan Bautista Plaza, Savador Llamozas y Raúl Borges quien fue su maestro de guitarra entre 1930 y 1940. Debido a que carecía de recursos económicos con los cuales financiar sus estudios musicales, los tuvo que costear trabajando como guitarrista acompañante en los programas de la emisora de radio Broadcasting Caracas (actual Radio Caracas Radio). También fue integrante del Orfeón Lamas, donde musicalmente le tocaba hacer las veces del bajo. En 1935, creó un conjunto musical llamado Los Cantores del Trópico, en el que comenzó a destacar como compositor y arreglista, particularmente de piezas para guitarra. En 1940, al recibir su título de maestro compositor se dedicó formalmente a la creación musical.

En 1947, compuso una de sus primeras obras de importancia, el poema sinfónico con solistas y coro Cantaclaro, inspirado en la obra homónima de Rómulo Gallegos. A raíz del golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948, fue encarcelado por sus vinculación con algunos dirigentes del partido Acción Democrática, permaneciendo 10 años en el destierro (1948-1958). Antonio Lauro es considerado como uno de los principales maestros latinoamericanos de la guitarra, contribuyendo además a ampliar de manera definitiva el repertorio universal de ese instrumento. Director de la Orquesta Sinfónica Venezuela, así como del trío Raúl Borges, compuso numerosas piezas para guitarra entre las cuales cabe destacar el vals Natalia, de fama internacional. En 1985, le fue otorgado el Premio Nacional de Música, en reconocimiento a su trayectoria y talento musical. Aunque existen pocos trabajos formales sobre la trascendencia de la vida y obra de Antonio Lauro, se han publicado algunos libros tales como Antonio Lauro, un músico total, de Alejandro Bruzual; y artículos en revistas especializadas como la Revista Nacional de Cultura (1953) y la Revista Musical de Venezuela (1986).





http://www.el-atril.com/partituras/Guitarra/Lauro%20Coleccion.pdf
Colección de Obras:
  • Aire de Joropo
  •  Carora El Negrito
  •  La Gatica
  •  Maria Luíza
  •  Nathália 
  • Vals Venezolano n.1 
  • Vals Venezolano n.2 
  • Vals Venezolano No 3

Jorge Morel

Jorge Morel hizo su debut en el Carnegie Hall de Nueva York en 1961, seguido de apariciones en Alice Tully Hall del Lincoln Center de Nueva York, Queen Elizabeth Hall y Wigmore Hall de Londres, National Hall en Dublín y Suntory Hall de Tokio. Sus actuaciones han sido recibidas con entusiasmo en muchos países, incluyendo Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, Puerto Rico, Francia, Holanda, Italia, Noruega, Polonia, Escocia, España, Suecia, Finlandia, Grecia, Singapur, Alemania y mucho más.

La carrera musical de Morel comenzó en su país natal o Argentina y su padre le enseñan los rudimentos de la guitarra clásica a los siete años. Pasó a estudiar guitarra en la internacionalmente reconocida Academia del profesor Pablo Escobar en Buenos Aires y tras graduarse se unió a señor Escobar en actuaciones en radio y conciertos.
Morel abandonado Argentina para realizar en Ecuador, Colombia y Cuba, donde grabó su primer álbum en solitario LP y apareció en un semanal TV show. Vladimir Bobri, entonces Presidente de la sociedad de guitarra clásica en Nueva York, prestó su reconocimiento y apoyo a Morel después de oírlo a realizar en Puerto Rico. Esto llevó a contrataciones de concierto en California y Hawai y del Morel eventual debut en el Carnagie Hall. En este momento, grabó su segundo LP para Decca Records y posteriormente grabó tres álbumes más.